El amor prohibido de Letizia con Fher, vocalista de Maná, que han querido mantener oculto; inspiró la portada de un disco de la banda
España no sale de su asombro: desde finales de noviembre, cuando un libro sacó a la luz la supuesta infidelidad de Letizia, su reina, estando ya comprometida con el ahora rey Felipe VI, poco a poco se han ido conociendo nuevos detalles nada halagadores de la monarca, que justamente en 2024 celebra veinte años de matrimonio real.
El veterano periodista Jaime Peñafiel fue el encargado de destapar el escándalo, que está lejos de apagarse. En su libro Letizia y yo, que vio la luz el pasado 21 de noviembre, ha sido éxito en ventas y va por su tercera edición, recogió el explosivo testimonio de Jaime del Burgo, un abogado que asegura haber sostenido una relación amorosa con la reina desde 2002, justo por la época en la que ella se conoció con el príncipe de Asturias, durante una cena en la casa de un amigo en común.
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De acuerdo con el abogado, la relación se habría mantenido hasta 2004, año de la boda real entre Letizia y Felipe VI, y terminó solo dos días antes de que el mundo asistiera en vivo y en directo a una de las bodas más emotivas de la historia de la corona española.
Lo increíble de la historia es que años más tarde, cuando ya eran cuñados, la llama del amor se encendió de nuevo y se prolongó por varios años más, incluso por los días en que la reina vivía su primer embarazo, el de la princesa Leonor. Se sabe, además, que la reina estuvo a un paso del divorcio y planeaba vivir con Del Burgo en Nueva York.
La prueba, dice el abogado, es una foto que Letizia le habría enviado. Una selfie tomada en un baño, con un mensaje comprometedor: “Amor. Llevo tu pashmina. Es como sentirte a mi lado. Me cuida. Me protege. Cuento las horas para volver a vernos. Amarte. Salir de aquí. Tuya”.
México lindo y querido
Pero la investigación del periodista Peñafiel sobre el pasado de la soberana de los españoles fue mucho más atrás y llegó hasta los días en que Letizia Ortiz Rocasolano vivió en México para estudiar un posgrado. Era el año 1995.
De acuerdo con Peñafiel, la reportera llegó a la ciudad de Jalisco, donde trabajó en un modesto periódico llamado Siglo XXI y cogió fama de rumbera. Como parte de su trabajo, un día le encargaron entrevistar a los integrantes de la banda Maná, que se presentaría por ese entonces en esa ciudad.
Sergio, uno de los integrantes de la agrupación, recuerda que “como periodista era dura. Fher no le permitió que fumase delante mío, le hizo apagar el cigarrillo y se molestó. Se puso más dura. Pero al final del concierto le gustó la banda y se echó unos tequilas”, relató.
Pero, según Peñafiel, la música de Maná no fue lo único que le gustó a la española y pronto Letizia empezó un apasionado romance con Fher Olvera, fundador y voz líder de la agrupación mexicana.
Consultado sobre esta historia, Fher ni lo afirmó ni lo negó. Solo dijo para una entrevista en Telemundo: “Un caballero no tiene memoria y ahí lo dejamos”.
Pero Peñafiel no se conformó con esa versión y recogió el testimonio de una amiga cercana a Letizia en México, quien le confirmó la relación entre las dos celebridades, por los días en los que la ahora reina estaba casada con su primer esposo, Alonso Guerrero, a quien conoció con apenas 17 años, cuando él era su profesor. Entonces, el rey Felipe VI no ha sido la única ‘víctima’ de las infidelidades de Letizia.
Incluso, se sabe que Maná utilizó para su icónico álbum Sueños líquidos una pintura hecha por el pintor argentino Waldo Saavedra en la que no hay duda de que se trata del rostro de la actual reina de España.
Fher, sin embargo, no habría sido el único amante que sostuvo Letizia durante ese primer matrimonio. Antes, se había involucrado, según Peñafiel, con Jim Russo, cuando era becaria de la Agencia EFE.