La periodista Flor Rubio, conocida por su trabajo en Venga la alegría, reveló que Aguilar se comunicó directamente con los responsables del programa para manifestar su inconformidad, argumentando que el episodio hacía referencia a una situación que involucraba a Ángela.
A lo largo del capítulo, el personaje masculino, Tristán, mantiene relaciones con varias jóvenes, lo que muchos espectadores interpretaron como una alusión al triángulo amoroso entre Christian Nodal, Ángela Aguilar y la rapera argentina Cazzu.
El conflicto escaló rápidamente en redes sociales como TikTok e Instagram, donde los usuarios señalaron las similitudes entre la trama y la vida personal de los involucrados. Las críticas hacia Televisa se centraron en la forma en que se trató el tema, acusando a la serie de exponer innecesariamente detalles de la vida privada de Ángela.Según Flor Rubio, miembros del equipo de Pepe Aguilar contactaron a Miguel Ángel Herros, productor de La rosa de Guadalupe, para presentar una queja formal sobre el episodio. La periodista detalló la molestia de Aguilar en su espacio de YouTube, indicando que el cantante no solo estaba incómodo con las posibles alusiones a su hija, sino que consideraba que el capítulo podía incitar a la violencia.
El reportero Gabriel Cuevas añadió que Pepe Aguilar se dirigió enérgicamente a los escritores del programa, calificando el episodio como una forma de violencia simbólica. Según Cuevas, Aguilar mencionó términos como «feminicidios» y «bullying» para subrayar la gravedad del contenido. «Sacó al ranchero que lleva dentro», comentó el reportero, haciendo referencia al carácter directo del cantante.
Este incidente ha reavivado el debate sobre los límites del contenido televisivo y la responsabilidad de los medios de comunicación al abordar temas personales, especialmente cuando afectan a figuras públicas jóvenes como Ángela Aguilar. La situación plantea interrogantes sobre el equilibrio entre la libertad creativa de los productores y la protección de la privacidad de las personas involucradas en historias que podrían parecer inspiradas en hechos reales.
El episodio de La rosa de Guadalupe ha dejado al descubierto la presión que enfrentan las celebridades en el ojo público, cuestionando hasta qué punto es ético que los medios ficcionalicen historias que podrían afectar su bienestar personal y emocional. Para más noticias, no olvides seguirnos en nuestras redes sociales, unirte a nuestro canal de WhatsApp y suscribirte a nuestro Newsletter.